MOVIMIENTOS DE TROPAS A TRAVES DE LA RUTA DE GUADALCANAL EN LA CAMPAÑA DE 1811 DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA.
MOVIMIENTOS DE TROPAS A TRAVES DE LA
RUTA DE GUADALCANAL EN LA CAMPAÑA DE 1811 DE LA
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
ESPAÑOLA.
Rafael Ángel Rivero del Castillo
Toledo, marzo de 2008
“A los soldados de todos los tiempos
que dieron su vida por España”
En el año 2008
comenzó a conmemorarse el Bicentenario de la Guerra de la Independencia
Española contra la Francia Imperialista
de Napoleón, que se inició en 1808 y finalizó en 1814, y que unió a todos los
españoles como una nación.-
En aquel
tiempo ocupaba el trono español el Rey Carlos IV, sus últimos años de reinado
estuvieron marcados por el gobierno de Manuel Godoy, quien primero combatió
contra la Francia
revolucionaria y luego se alió con ella. Esta alianza hispano-francesa obliga a
España a luchar contra el Reino Unido en la Batalla de Trafalgar donde murieron más de 1000
españoles y perdimos gran parte de nuestra flota. Además permitió la entrada
masiva de franceses en la península con la excusa de invadir Portugal, aliado
de Reino Unido.
En marzo de
1808 el descontento popular y las intrigas de palacio hacen que caiga Manuel
Godoy y que Carlos IV abdique en el Príncipe de Asturias que sube al trono como
Fernando VII. Napoleón reúne en Bayona a la familia real española consiguiendo
que Fernando devuelva el trono a su padre y que este a su vez abdique en el
propio Napoleón que más tarde nombrará Rey a su hermano, conocido como José I.
El pueblo
español, mientras tanto, está harto de la presencia de tropas extranjeras y del
intervencionismo de Francia en la política nacional. La tensión aumenta y el 2
de mayo de 1808 el pueblo se alza contra el invasor francés. ¡La guerra ha
estallado!
A mediados de
enero de 1811 la situación en la península es la siguiente: las tropas
francesas ocupan la mayor parte de territorio español y una porción del lusitano
distribuido de la forma siguiente:
§
Ejercito del Norte: A base de las guarniciones
de Navarra, Vascongadas, Santander, Burgos, Soria, Valladolid, Palencia, Toro,
León y Asturias. Bajo el Mando del Mariscal Bessieres, Duque de Istria.
§
Ejercito del Centro: A base de las guarniciones
de Madrid, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real. A las ordenes directas de José I
§
Ejército de Aragón: dirigido por el General
Suchet con las guarniciones de Aragón, Leriza, Mequinenza y Tortosa.
§
Ejército de Cataluña: mandado por el Mariscal
Macdonald, Duque de Tarento con las guarniciones de Cataluña, excepto
Tarragona.
§
Ejército de Portugal: dirigido por el Mariscal
Massena, Príncipe de Essling. Replegado en la región de Santarem, Torres Novas
y Tomar en espera de refuerzos para atacar a Wellington (aliado de España) situado
en Lisboa.
§
Ejercito del Mediodía: Acaudillado por el
Mariscal Soult, Duque de Dalmacia repartido por Andalucía. Manteniendo el
asedio a la fortaleza gaditana.
Frente a los
franceses las tropas españolas están organizadas en siete ejércitos:
§
1 er
Ejército: Cataluña.
§
2º
Ejército: Valencia.
§
3 er
Ejército: Murcia.
§
4º
Ejercito: Isla de León (Cádiz)
§
5º
Ejército: Extremadura.
§
6º
Ejército: Galicia.
§
7º Ejército: Guerrillas de Navarra, Guipúzcoa,
Vizcaya, Santander y tierras del Ebro y Duero.
En mayo de
1810 la idea de Napoleón era que las tropas del Mariscal Massena, (ejercito
francés en Portugal) eran suficientes para acabar con Wellington en Lisboa.
Napoleón, sin embargo se entera a través de la prensa británica que el Duque De
la Romana , con
fuerzas del ejército español de Extremadura marcha hacia Lisboa para reunirse
con Wellington. Ante esta información Napoleón ordena al Mariscal Soult que
cierre sobre el ejército del Duque De la Romana desde Andalucía.
Soult propone
otra alternativa, un plan con un objetivo más ambicioso: la toma de Badajoz,
posterior conquista de Extremadura y destrucción del 5º ejército español allí estacionado.
Este plan además favorece al Mariscal Massena ya que obligaría al Duque de la Romana a acudir desde
Lisboa a socorrer Badajoz.
El mariscal
Soult basa su campaña en dos ideas principales:
1.
Que Extremadura era una comarca densamente
provista de fortalezas.
2.
Que una vez salvadas las estribaciones de Sierra
Morena abundaban las zonas extensas de llanura o terreno ondulado suave
favorable a la caballería.
Soult logra
reunir el 5º Cuerpo con 13060 infantes, 5387 jinetes y 1954 artilleros y
zapadores con los que parte de Sevilla el último día de año 1810.
La invasión de
Extremadura fue emprendida en dos columnas de fuerzas equivalentes, utilizando
los principales pasos que conducen desde Andalucía occidental hacia el valle de
Guadiana. Por el este la columna Mandada por el General Latour Maubourg siguió
el itinerario Guadalcanal, Llerena, Usagre con 4 regimientos de caballería del
1er Cuerpo francés y de la división de infantería Girard del 5º
Cuerpo que había permanecido acantonado en Llerena desde el otoño de 1810.
Al oeste la
columna mandada por el propio Soult y Portier, avanzó por la carretera que
trascurre por el Ronquillo, Santa Olalla y Monesterio, mas transitable que la
de Guadalcanal, pero más larga. Estaba compuesta por la brigada de caballería
Bride y la división Gazan.
Ambas columna
tenían que reunirse entre los Santos de Maimona y Almendralejo, en plena
llanura extremeña para desde allí iniciar el cerco a Badajoz.
Ante esta
situación el Marques de la
Romana se dispone a partir desde Portugal a Extremadura para
socorrer Badajoz, pero fallece repentinamente de un neurisma. Es sustituido en el mando
del 5º Ejército español por el héroe de Bailen, el Capitán General Francisco
Javier Castaños, Duque de Bailen. Mientras tanto Badajoz es tomada a principios
de marzo por las fuerzas de Soult. Wellington desde Lisboa envía al General
Beresford para socorrer Badajoz, pero ya es tarde.
A finales de
marzo Beresford constata que los franceses se han retirado al sur del Guadiana
salvo del Fuerte de San Cristóbal y la cabeza de puente de Badajoz. Soult
vuelve con parte de su ejército a Andalucía quedando al mando del ejército
francés en Extremadura al General Latour Maubourg. Beresford logra cruzar el
rió Guadiana con sus 20.000 hombres de forma que el 11 de abril toda la
infantería aliada (salvo la 4ª división británica) estaba en La Albuera. Una gran parte
de Extremadura central quedaba en manos de Beresford.
El general
Castaños al mando de 5º Ejército español, ordena al Conde de Penne-Villemur que
empuje a las fuerzas del general Latour Maubourg hacia Sierra Morena por la
parte más oriental (Mérida, Usagre,
Llerena, Guadalcanal), mientras tanto la caballería anglosajona lo hace por el
lado occidental (Albuera, los Santos de Maimona, Fuente de Cantos, Monasterio).
El día 1 de abril de 1811 ambas columnas se encontraban en Almendralejo y en
Mérida respectivamente.
El Conde de
Penne-Villemur obliga al General Latour Maubourg a replegarse hasta Guadalcanal
evacuando Llerena. De esta acción da parte el general Castaños al jefe del
Estado Mayor General. Dichos partes
fueron publicados por la Gaceta
de la Regencia
desde Cádiz y dicen así:
Parte del General Castaños del 21 de abril de 1811, publicado en la Gaceta el día 2 de mayo de
1811.
El Capitán General don
Francisco Xavier de Castaños, General en jefe del 5º Ejército, desde el Cuartel
General de Fuente del Maestre, con fecha de 21 de abril, dice al Sr. Jefe del
estado mayor general lo que sigue:
“Excmo. Sr. el día 17 del corriente el Mariscal Beresford encargó al
conde de Penne que desde Villafranca fuese con la caballería española de su
mando a hacer un reconocimiento a Usagre, y aun sobre Villagarcía, en caso de
no hallar enemigos en el primer pueblo.
Salió
de Villafranca con este objeto el conde de Penne a la 11 de la mañana, y antes
de llegar a Usagre supo que estaba allí el General Latour Maubourg con 3000
hombres de infantería, 500 caballos y 3 piezas de artillería. Con esta noticia
se propuso aparentar al enemigo mayores fuerzas de las que llevaba con ánimo de
arrojarle de Usagre. Dividió su caballería en 5 columnas y marcho así hasta
media legua de Usagre, donde estaba el enemigo en posición militar con puestos
avanzados en todas las avenidas; apenas descubrió sus centinelas mando hacer
alto y luego ejecutó varios movimientos, con el cuidado de no descubrir el
fondo de sus columnas, envió los tiradores de su vanguardia con algunos oficiales
a reconocer la posición del enemigo, y hora y media antes del anochecer ( en
que empezó a llover fuertemente) mando al Tte. Coronel don Juan de Soto que con
sus tiradores atacase resueltamente las grandes guardias enemigas;
rechazándolas hasta el pueblo pero sin pasar el puente para no caer en alguna
emboscada; el regimiento de caballería de Borbón al mando del Coronel D. Juan
Casquero debía sostener a los tiradores, y las columnas cubrían camino de Zafra
para tener segura la retirada, a medida que las tropas de vanguardia arrojaban
al enemigo de sus puestos iban avanzando de cerca las demás tropas de batalla,
y de este modo no solo se consiguió desalojar de sus puestos las grandes
guardias, sino las tropas que en número considerable guardaban el puente. El
general enemigo, sorprendido sin duda de este ataque, formó unida toda su
caballería para proteger la retirada de su infantería y artillería que hizo
desfilar en buen orden por el camino de
Villagarcía; entonces el conde de Penne dispuso seguir al enemigo, pero
con la prudencia de no acercarse demasiado al fuego de la infantería, pues que
se tiroteaba muy cerca, y el temporal apenas permitía distinguir unos cuerpos
de otros. Estas disposiciones unidas al valor y constancia con que procedieron
nuestras tropas de caballería por sí solas y en tan corta fuerza respecto a las
del enemigo, las puso en posesión de un triunfo tan glorioso y recomendable
como vergonzoso para el célebre Latour Maubourg, con la satisfacción de haber
hallado prevenido en Usagre los ranchos del enemigo que se aprovecharon muy
oportunamente, así como la comida de Latour Maubourg, que fue atacado 2 minutos
antes de sentarse a la mesa.
Al día siguiente 18 muy
temprano siguieron los tiradores la dirección del enemigo que aquella noche se
marchó de Villagarcía, y al dejarse ver aquellos sobre las alturas de Llerena
la abandonaron los franceses, dirigiendo una parte a Guadalcanal y la otra a
Azuaga; el conde de Penne entró en Llerena con su caballería a las tres y media
de la tarde.
Así la caballería
española ha demostrado lo que puede y lo que vale, dando honor a nuestras
armas, y asegurando el justo crédito que merece, cuando es bien dirigida. El
conde de Penne supo aprovechar la ocasión para una empresa tan arrojada que en
otras circunstancias hubiese sido temeraria y absurda; pero los enemigos que el
día anterior habían visto y probado la mano de la caballería inglesa, no podían
persuadirse de que un puñado de españoles les atacase tan resueltamente sino
estuviese sostenido muy inmediatamente el ejercito aliado que a la sazón se
hallaba a siete leguas de distancia.
Por eso el conde de Penne
cuyos talentos militares y práctica de la guerra le han puesto (digámoslo así)
en posesión de adivinar los pensamientos del enemigo que tiene a su frente,
sacó todo el partido posible de las circunstancias, consiguiendo con la
estratagema y sabias maniobras un resultado que de otro modo hubiera costado
mucha perdida; enterraron tres en Usagre, y algunos otros en Llerena, llevando
en su retirada muchos heridos.
Me he extendido en esta
relación porque tengo una particularísima satisfacción en poder recomendar cono
recomiendo a V.E. un arma del ejército que ha sido tan injustamente
vilipendiada generalmente, sin examinar los hechos, las circunstancias, y el
verdadero origen de los defectos que se han notado.
Yo me doy el mas
lisonjero parabién por haber acertado a poner a la caballería de este quinto
ejercito al mando de tan digno jefe como el conde de Penne.”
Parte del General Castaños del 1 de mayo de 1811, publicado en la Gaceta el día 23 de mayo de
1811
El General Jefe del quinto ejército con fecha del cuartel
general de Santa Marta de primero de mayo da el siguiente parte al jefe del
Estado Mayor General:
“Excmo. Sr. el día 28 de abril último a las
once de la mañana, se dirigió la caballería de Latour Maubourg hacía Llerena en
dos columnas por el camino real de Guadalcanal y el de Reina; la fuerza del
enemigo, según los partes que recibió el conde de Penne, se graduaba de 150 a 200 caballos, bajo cuyo
concepto se dispuso que el coronel de Borbón, D. Juan Casquero con 100 caballos
fuese inmediatamente a sostener a los
tiradores sobre el camino real, y cargar también a los franceses, si no se retiraban; destacó
también el escuadrón del Algarbe hacia Reina, para contenerles por aquella
parte, y el conde con el resto de la caballería, fue a tomar posición en el
punto que debía guardar para el caso de retirada ( pues que estaba a siete
leguas avanzado el grueso de la caballería aliada), y para acudir a donde le
indicasen los movimientos de enemigo. Estos eran en número de 600 caballos
formados en escalones en el camino real en vez de 200 que se había dicho; y
hubo quien advirtió al coronel Casquero sería conveniente advertir de estas
circunstancias al conde, para que no ignorase la exorbitante superioridad del
enemigo, pero aquel bizarro jefe solo oía las advertencias de su valor, y la
orden que llevaba, respondiendo, “se me ha mandado cargar”, e hizo tocar a
degüello en aquel momento. Nuestros valientes soldados de Borbón y un
destacamento de escuadrón de Pantigoso
con los tiradores al flanco izquierdo penetraron por las primeras tropas
enemigas; estas reforzadas por el segundo escalón, atacaron a las nuestras, que
recibieron la carga con el mismo valor que la primera; el animoso coronel de
Borbón herido de una cuchillada en el muslo, se defendió sable en mano y la
pistola en la otra, hasta que cayó de caballo y fue hecho prisionero de guerra;
su tropa obligada a retirarse por el excesivo número de caballería que la
cargaba lo ejecutó de una en otra altura, teniendo que pasar algunas zanjas, en
que sufrió alguna perdida, pues cayeron entre ellos el teniente de dragones de
lusitania D. Antonio Pizarro, oficial de gran valor y de reputación bien
acreditada, que después de hecho prisionero fue asesinado con otros 7 u 8
soldados. Mientras esto sucedía, el conde de Penne acudió con la reserva
formada en dos columnas, pero ocultando su verdadera fuerza siempre muy
inferior a la del enemigo; los tiradores marcharon de nuevo adelante ,volvieron
a tomar se primera posición, y el enemigo se retiró inmediatamente por
escalones en diversas columnas.
Nuestra perdida fue de
nueve muertos, incluido el Tte. Pizarro, 8 heridos con el coronel de Borbón, 1
capitán y 1 teniente del mismo y 11 prisioneros. De caballos tuvimos 9 muertos,
6 prisioneros y 3 extraviados. Por varias partes se ha sabido que fue
considerable la pérdida del enemigo en oficiales y soldados; varios caballos
han entrado sin jinete en Guadalcanal, y muchos heridos. No es posible elogiar
ni recomendar bastante la resolución y el valor con que se batió la oficialidad
y tropa en esta acción, peleando con una desigualdad tan considerable. Era
preciso sostener a toda consta el punto de Llerena, de que depende tener las
pocas subsistencias del país, y el heroico denuedo con que se ha conservado, es
tan digno de admiración que no da lugar al elogio.
El coronel de Borbón D. Juan
Casquero, ejemplo de disciplina y valor merece un distinguido lugar en los
anales de esta guerra. El capitán D. Juan Alonso de 64 años de edad y 42 de
servicio manifestó no habérsele enfriado aun el espíritu en la vejez, saliendo
herido de una estocada en el costado, el Tte. D. Antonio Ramos, alférez del
mismo regimiento, queriendo socorrer a su coronel, fue rodeado de enemigos, y
con su esfuerzo pudo desembarazarse de todos ellos, sacando por muestra una
herida leve de cuchillada en la cabeza, siendo la quinta vez que es herido en
esta guerra. El comandante del mismo cuerpo D. Mariano Mantilla, después de la
prisión del coronel, dio con la mayor severidad sus disposiciones y condujo el
regimiento con el mayor acierto; el cadete D. Estanislao Atienza, haciendo
servicio de tirador y el sargento de la Reina Pascual Martín, se han
distinguido en esta ocasión. El capitán graduado de teniente coronel D. José
Clairac del regimiento del Algarbe, ha merecido del conde de Penne una completa
aprobación, recomendando el acierto con que se ejecutó el movimiento de su
escuadrón sobre Reina”
Oficios y partes del General Castaños dando cuenta al jefe del Estado
Mayor de los ejércitos de la retirada del enemigo en Azuaga y entrada de las
tropas españolas en Guadalcanal.
258
2 de mayo de 1811
5º Ejtoº. Extremadura
Nuestras tropas verifican un
reconocimiento
sobre los enemigos situados en Azuaga. Estos
se retiran, y
nuestras tropas entran
en
Guadalcanal.
Con objeto de imponer al
enemigo y conocer sus verdaderas intenciones, se dispuso una expedición sobre
Azuaga, enviando al Conde de Penne un refuerzo de cuatro escuadrones de
Caballería anglo-portuguesa y dirigiendo desde Almendralejo hacia Azuaga una
columna movible, compuesta de una Brigada de Infantería y dos escuadrones de
Caballería del ejercito aliado, con dos piezas de artillería española a
caballo.
El día 2 del corriente el
Conde de Penne destinó para guardar la posición de Llerena, el Batallón de
Catalanes con los cuerpos de Caballería de Lusitania y Algarbe, con los pocos
húsares que hay de Extremadura, dando las mas detalladas instrucciones para
cuantos casos pudieran ocurrir, y con arreglo a los que tenía se puso a la
cabeza de su caballería ,que la componían los Regimientos de la Reina , Borbón y Cazadores de Sevilla con los cuatro
escuadrones del ejercito aliado conducidos por el General Inglés D´Orben,
llevando en vanguardia los tiradores del Teniente Coronel D. Juan de Soto.
Salió de Llerena dirigiendo su marcha por Ayllones, desde donde descubrió las avanzadas de un destacamento de 60 caballos enemigos sobre las alturas cerca de Valverde, camino de Guadalcanal. Inmediatamente dispuso que fuese Soto con sus tiradores a desalojarlos y que después tomase el camino de Azuaga. El enemigo huyó vergonzosamente por espacio de legua y media, haciendo alto en un puesto de fuerza que tenían establecido.
Entretanto el Conde de
Penne con el grueso de la caballería tomó dirección de Azuaga, pasando por
Berlanga sin detenerse y al llegar al paraje donde ocurrió la acción de la
campaña anterior, en que maniobró con tanta inteligencia y acierto este jefe,
desplegó en batalla, y mando echar pie a tierra; envió 40 caballos de la Reina al mando del Tte. Bernabé
López sobre la altura que da vista a Azuaga para observar la posición del
enemigo; al mismo tiempo el Capitán
inglés Hiller empleado por el Mariscal Beresford a la inmediación del Conde, se
ofreció a ir con otros 40 caballos del escuadrón de Pantigoso a indagar si se
hallaban ya en el pueblo de la
Granja la columna del ejercito aliado que debía incorporarse
a la del Conde de Penne. A las tres de la tarde se descubrieron 150 caballos
enemigos de la guarnición de Azuaga, el Capitán Hiller y Pantigoso con 13
caballos entraron en la Granja ,
pero pasado algún tiempo sin tener noticias de la columna movible de los
tiradores de Soto, pareció al Conde que era poco decoroso, teniendo 600
caballos sufrir el que 300 del enemigo con 400 infantes permanecieran en
Azuaga. El Coronel D´Orben opina del mismo modo y en consecuencia marchó la
caballería en columna por escuadrones con alguna oblicuidad hacia la izquierda.
Se adelantó el Conde con el Tte. Inglés
Light y ayudantes para reconocer mejor la situación del enemigo y visto que
tenía este la infantería a la cabeza, los equipajes en el centro y la
caballería cubriendo el todo, mandó dar un cuarto de conversión a la caballería
española y a un escuadrón inglés para amenazar al enemigo en la retirada que
indicaba su formación y que emprendió muy deprisa hacia Guadalcanal. Fue
perseguido por espacio de una legua hasta que ofreciendo el terreno muchas
ventajas a la infantería enemiga pareció conveniente hacer alto y retroceder,
en cuya ocasión llegó la columna movible de Azuaga donde descansaron las tropas
seis horas y pasaron a Berlanga y Valverde para amenazar y cortar la retirada
enemigo si se hacia fuerte en Guadalcanal, pero ya lo había abandonado a las 11
de la noche, marchando por el camino de Alanís y en el día de ayer fueron los
tiradores y el Batallón de Catalanes a ocupar Guadalcanal, cuya posición
adelantada protege y asegura la reunión de nuestros Cuerpos de Ejercito del
Condado de Niebla, frustrando probablemente las operaciones de Gazan destinado
con 5000 hombres para impedir aquella reunión de fuerzas.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Cuartel General del
Arroyo de San Servan
4 de mayo de 1811
Excmo.
Sr. Xavier de Castaños
Excmo. Sr.Jefe del Estado Mayor General de los Ejércitos
Oficio del Consejo de la
Regencia dándose por enterado de los Partes del General
Castaños.
5º Ejtoº.
Se ha enterado, con satisfacción el Consejo de Regencia por el Oficio de
V.E. de 4 del corriente de los movimientos que el Conde de Penne hizo el día 2
sobre Azuaga con el objeto de imponer al enemigo y conocer sus intenciones; así
como de sus felices resultados.
Lo comunico a V.E. de orden de S.A. para su inteligencia.
Cádiz 10
mayo de 1811
Sr.
Gral. Francisco Xavier Castaños.
Tras
las acciones descritas las tropas francesas del General Latour Maubourg se
encuentran establecidas en Guadalcanal. Mientras tanto es el mismo Wellington
quien organiza el asedio a Badajoz, cerco que se completó el día 6 de mayo.
Durante
los días 30 de abril y 11 de mayo, 2 escuadrones de caballería
hispano-lusitanos junto a la Brigada
Colborne (2.000 infantes), efectuaron una demostración de
fuerza para distraer a las tropas de Latour Maubourg: con ello se consiguió que
los franceses evacuaran Guadalcanal, Fuente Ovejuna, Azuaga y Monesterio, retirándose
a Constantina.
Temiendo
Napoleón que Wellington liberara Badajoz y desde Extremadura iniciara una
ofensiva sobre Andalucía, ordena al Mariscal Soult que reorganice el ejército
francés en Andalucía y ataque Extremadura. Soult emprende la marcha de sus
columnas la noche del 9 de mayo. Su rápido avance solo es retardado al cruzar
Sierra Morena. El día 12 el General Latour Maubourg con el 5º Cuerpo francés se
adelanta desde Cazalla y Constantina y desaloja los puestos avanzados de la
caballería del General Castaños de Guadalcanal y Llerena. Para más tarde seguir
penetrando en Extremadura y llegar a tomar parte en la Batalla de la Albuera , el más sangriento
combate de nuestra Guerra de la Independencia , que acabaría con la victoria de
los españoles.
Rafael
Ángel Rivero del Castillo
Toledo, marzo de 2008
-Bibliografía:
“Guerra de la Independencia. Campaña
de 1811 “Aut. Juan Priego López. Editorial San Martín. Servicio Histórico
Militar
“Base de datos sobre las Unidades Militares en la Guerra de la Independencia
Española ”. Aut. J.J. Sañudo. Secretaría General Técnica.
Ministerio de Defensa.
“Gaceta de la
Regencia de España e Indias”. Ejemplares nº 58 del día 2 de
mayo y nº 63 del día 23 de mayo de 1811. Impresas en Cádiz en la Imprenta Real. Biblioteca
Digital de prensa Histórica.
“Retirada del enemigo en Azuaga y entrada de las tropas en
Guadalcanal”. Expediente de referencia nº
LS 28079.AHN/5.1.145.4.1.142.1.2 dentro de la
unidad “5º Ejército de Extremadura y Castilla”. Archivo Histórico Nacional.
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