DATOS SOBRE EL CULTIVO DEL TRIGO EN GUADALCANAL EN EL SIGLO XVIII.
DATOS SOBRE EL CULTIVO DEL TRIGO EN GUADALCANAL EN EL SIGLO XVIII.
Revista de Guadalcanal 2023.
Guadalcanal durante casi seis
siglos, desde 1246 hasta 1833, estuvo bajo la jurisdicción de la Orden de
Santiago, en el Priorato de San Marcos de León. En este periodo Guadalcanal
llegó a ser una de las poblaciones con más habitantes, con mejor economía y de
las más importantes de la Provincia de León.
Durante buena parte de este dilatado
periodo, la economía castellana y por tanto la de nuestro pueblo se
fundamentaba en los cereales, la vid y otros cultivos complementarios. En el
año 1749 el Rey Fernando VI mediante el Real Decreto de 10 de octubre, puso en
marcha el llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, como paso previo a una
reforma fiscal que sustituyera el complicado sistema de rentas, unificándolos
en un solo impuesto llamado Única Contribución. Este amplio y completo
documento, que consistía en un interrogatorio de 40 preguntas cuestionadas a
las 13.000 localidades del reino de Castilla, nos dejó un mapa preciso del
estado económico desde los puntos de vista comercial, agrícola, artesanal e
industrial, así como de la política local y de la sociedad del Guadalcanal de
mediados del siglo XVIII.
En la décima
pregunta del interrogatorio se cuestiona: “(…Qué numero de medidas de tierra hay en
el término, distinguiendo las de cada especie, y calidad: por ejemplo: Tantas
fanegas, o del nombre, que tuviese la medida de Tierra de sembradura…)”.
De la respuesta a
esta cuestión podemos conocer la magnitud de tierra que se dedicaba al cultivo
del trigo, entre otros cultivos: “dijeron que en este término dezmatorio se
contienen veinte y siete mil quinientos y diez fanegas y diez celemines de
trigo de puño en sembradura”.
Para hacernos una
idea de la extensión de la tierra dedicada al cultivo del trigo hemos de
conocer que una fanega de puño o de sembradura equivale a la superficie de
tierra que permite sembrar una fanega de trigo, y en Castilla equivalía a
La mayor parte de
la cosecha se dedicaba a la alimentación y a la elaboración de pan, ello ocasionaba
la existencia de artefactos para su molienda. Además de los molinos domésticos
utilizados en los hogares, existían molinos industriales que estaban a la
vanguardia de la tecnología.
De nuevo el
Catastro de Ensenada nos ofrece esta información con la respuesta a la pregunta
decimo séptima: ”(…Si hay algunas minas, salinas, molinos harineros, o de papel,
batanes, u otros artefactos en el término…)”.
La respuesta
relacionada con los molinos de harina, nos descubre que existían en total
dieciséis molinos, uno de ellos tahona, que molía a tracción sanguínea,
normalmente con acémilas y a veces con hombres. El resto, en su mayor número,
estaban distribuidos a lo largo del arroyo de San Pedro o arroyo de los
Molinos, al sur de la población. Estos artefactos utilizaban la energía
hidráulica que ofrecía el cauce del citado arroyo.
Son los que
siguen:
Una tahona
harinera propia de Don Diego Jiménez Caballero, situada en las casas de su
morada en calle de San Bartolomé, que muele ocho fanegas[1]
de trigo.
Quince molinos
arrieros:
1. Uno de Juan Guerrero, el mayor y Pablo
Palomo situado en el Arroyo de los Molinos y sitio del Puente de Sevilla, muele
veinte fanegas de trigo al año.
2. Otro de Juan Yanes Álvarez, en el referido
arroyo que muele diez fanegas de trigo.
3. Otro del referido Juan Guerrero, el mayor
en el referido arroyo que muele doce fanegas de trigo.
4. Otro en dicho arroyo de Doña María Miranda
Coftilla, que muele treinta fanegas de trigo.
5. Otro de don Antonio de Castilla y la obra
pía que fundó Diego García de la Rubia de por mitad en dicho arroyo, que muele
veinte y cuatro fanegas de trigo.
6. Otro en dicho arroyo de Don Melchor de
Ayala, que muele doce fanegas de trigo.
7. Otro en dicho arroyo de Nicolás de Toledo,
que muele veinte y cuatro fanegas de trigo.
8. Otro en dicho arroyo de Andrés Sayazo, que
muele ocho fanegas de trigo
9. Otro en el mismo arroyo de Doña María
Cervantes que muele veinte y cuatro fanegas de trigo.
10. Otro en dicho arroyo de Pedro de los Ríos,
que muele cuatro fanegas de trigo.
11. Otro en dicho arroyo de Don Francisco
Abarranca, presbítero, que muele doce fanegas de trigo.
12. Otro en el referido arroyo de la obra pía
que fundó Don Diego García de la Rubia, que muele doce fanegas de trigo.
13. Otro en el Arroyo del Moro de Francisco
Cantillo vecino de Fuente del Arco, que muele cuatro fanegas de trigo;
14. Otro de Doña Agustina Clara, religiosa en
el convento de Santa Clara y de Don Thomas Moreno, presbítero, vecino de la
Ciudad de Llerena, consistente en el Arroyo Molinos, que muele diez fanegas de
trigo.
15. Y otro consistente en el arroyo del Donadío
de Don Joseph Manuel Esquivel gobernador de la Ciudad de Vitoria, que muele doce
fanegas de trigo.
Restos de un molino de agua
en el Arroyo de los Molinos de Guadalcanal
Rafael
Ángel Rivero del Castillo
Granada,
marzo de 2023
rafaelangelriverodelcastillo.blogspot.com
BIBLIOGRAFÍA.
·
“La arquitectura vernácula de Guadalcanal: Los molinos de agua”. Alberto Bernabé Salgueiro. Asociación cultural Benalixa.
·
“Negocio, tecnología e instituciones en la molienda del trigo en Castilla
la Vieja y León a mediados del siglo XVII”. Javier
Moreno Lázaro. Sociedad de Estudios de Historia Agraria. Documentos de Trabajo
DT-SEHA n. 1706. Octubre de 2017. Valladolid.
·
PARES. Portal de Archivos Españoles. Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte.
·
“Profesiones, oficios y ocupaciones de
Guadalcanal en 1750 y quienes las ejercían”.
Rafael Ángel Rivero del
Castillo. Revista de Feria de Guadalcanal del año 2011.
[1] Fanega de
trigo. En Castilla equivalía a 55,5 litros de capacidad y a 43,247 kilogramos
de peso.
Comentarios
Publicar un comentario