JERUSALÉN
JERUSALÉN.
Revista Hermandades 2024.Guadalcanal.
Pronto,
cuando llegue nuestra semana grande, nuestra Semana Santa, cada cual bajo su
túnica, su trabajadera, o desde aceras y balcones contemplará la pasión y
muerte de Cristo, nuestro Señor, en nuestras calles.
Hemos
convertido las calles de Guadalcanal en nuestro Calvario particular, donde año
tras año rememoramos y vivimos emocionados el martirio de Jesús para nuestra
salvación. Pero a través de los Evangelios sabemos que parte de la vida de
Jesús, su pasión, muerte y resurrección transcurrieron en Jerusalén.
Desgraciadamente,
Jerusalén es hoy uno de los focos más calientes del globo. Es una zona clave
del eterno conflicto árabe-israelí en Oriente Próximo. Los ataques terroristas
a Israel, el pasado mes de octubre, por parte del grupo terrorista islamista
palestino Hamás, ha reavivado este conflicto. El status de Jerusalén ha sido, y
sigue siendo, un enconado contencioso entre Israel y Palestina, reclamada
continuamente por unos y otros como su capital. En 1980, Israel la declaró como
su capital “eterna e indivisible” y
los palestinos designaron a Jerusalén del Este como la sede de su estado. Pero
de facto, hoy la ciudad es controlada únicamente por Israel.
La ONU un mes después de
la declaración de Israel, en 1980, de la capitalidad de Jerusalén y como medida
de castigo por la anexión, aconsejó a sus Estados miembros que trasladasen sus
embajadas a la ciudad israelita de Tel Aviv. Y es en esta ciudad donde se
localizan las sedes diplomáticas de los países que sostienen relaciones con
Israel, a la espera de un acuerdo de
paz entre israelíes y palestinos, que ven Jerusalén con suma importancia
por la presencia de lugares de culto clave tanto para judíos como para
musulmanes, además de los cristianos.
Algunos historiadores apuntan
que Jerusalén fue destruida dos (2) veces, asediada veintitrés (23),
conquistada y reconquistada cuarenta y cuatro (44) y atacada cincuenta y dos
(52). Sin duda es una de las ciudades más antiguas del mundo y única por su
condición de sagrada para las tres religiones monoteístas: judíos, cristianos y
musulmanes. Tres religiones que comparten, además del origen común en Abraham,
la creencia en la existencia de un Dios único, una orientación ética que
distinguen entre el bien y el mal, y que valora la justicia y la caridad.
Valores que hoy han sido
borrados de esos territorios sagrados, donde la estupidez y la crueldad humana están
dejando miles de muertos y de víctimas inocentes.
Cuando esta próxima Semana
Santa veamos la procesión del Domingo de Ramos, que conmemora la entrada de
Jesús en Jerusalén sobre su Borriquita, buscando sufrir su
Pasión, y asistamos a la misma, en días posteriores, compartiendo la oración de
Jesús Sentado en la Peña, y su tormento Amarrado a la Columna azotado y vilipendiado por los romanos de
Pilatos, y subamos al Calvario con Nuestro Padre Jesús Nazareno
con la cruz a cuestas, y cuando después contemplemos a Cristo Crucificado
y tras su muerte asistamos a su Santo Entierro, y cuando ¡por fin! nos
regocijemos con su esperanzador triunfo sobre la muerte en su Resurrección…
recemos por las miles de víctimas inocentes de este conflicto y pidamos por la
paz y concordia entre los hombres de este mundo, cada vez más en guerra.
Rafael Ángel Rivero del Castillo
Granada, noviembre de 2023.
Estupendo artículo.
ResponderEliminarGracias.
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