NAZARENAS DE GUADALCANAL.
NAZARENAS DE
GUADALCANAL.
Revista de Semana Santa de Guadalcanal 2021
“A nuestras mujeres, madres, hijas,
hermanas…que entre aromas de gañotes y túnicas recién planchadas, nos cogen de
la mano, hacen la procesión y tiran de nosotros en el recorrido de la vida”.
Los de mi generación crecimos agarrados de la mano de nuestras madres, hermanas y primas para salir de nazareno, junto al resto de la familia. Desde el inicio de la década de los sesenta, en Guadalcanal, a las mujeres se les permitió de forma pública vestir la túnica de su hermandad.
Hasta
los años cincuenta del siglo pasado el número de nazarenos, en nuestras hermandades,
era mínimo y todos los nazarenos de todas las hermandades participaban en todas
las procesiones. La gran mayoría de hermanos y devotos acompañaban de paisano,
con más o menos orden, a las imágenes a lo largo del recorrido mezclándose con
nazarenos de distintos colores.
En fecha reciente, el 2 de febrero de este año, cumplió una década el decreto que ese mismo día del año 2011, firmó el Arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo Pelegrina, que estableció: "plena igualdad de derechos entre los miembros de las hermandades y cofradías de la Archidiócesis, sin que sea posible discriminación alguna en razón de sexo, incluida la participación en la estación de penitencia como acto de culto externo". Y que entró en vigor el 2 de marzo de 2011, para toda la provincia de Sevilla. También derogó, este decreto, las disposiciones de igual o inferior rango normativo, incluyendo las reglas de las Hermandades y Cofradías, que contradigan la citada norma.
Los antecedentes a esta tardía norma, en Sevilla, aparecen en 1986 cuando, a cuentagotas y tan solo en algunas hermandades, comenzaron a procesionar las primeras mujeres nazarenas.
Más
tarde, las Normas Diocesanas de 1997, ya reconocían a las hermanas la igualdad
de los derechos de voz y voto con los varones, y con la Exhortación del Cardenal
Carlos Amigo Vallejo se fueron acogiendo a esta medida, de manera paulatina,
todas las hermandades.
Pero en nuestro pueblo, nos adelantamos al fin de este anacronismo y le sacamos una ventaja de casi cincuenta años al decreto del Arzobispo Asenjo.
Así
en el Libro de Actas de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra
Señora de la Amargura, correspondiente al día 18 de abril de 1960 podemos leer:
“se prohibió el acompañamiento de
personal que no fuese con la túnica de la cofradía, exceptuando a las mujeres,
que siempre se ha de cuidar que vayan organizadas”. Es decir los hombres
que quisieran ir en la procesión tenían que vestir la túnica, pero se permitía
que las mujeres fueran sin vestirla, aunque eso sí, bien organizadas.
Sin embargo
dos años más tarde, en el acta del día 23 de abril de 1962 podemos leer que se
acordó, por mayoría que se prohibiera "la asistencia de mujeres en el recorrido de la procesión, las cuales
solo serán admitidas con túnicas de penitente, puesto que dicha procesión
como es notorio es de penitencia”.
Es por tanto que desde ese año de 1962, la fila ha de estar formada únicamente por nazarenos, incluyendo acertadamente y adelantándose a los tiempos, a nuestras nazarenas.
Sevilla, febrero de 2021
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